Introducción

Dado que existen muchas religiones en el mundo, un mensaje enviado por Dios debería guardar concordancia con aspectos trascendentales de religiones que sumen más del cincuenta por ciento de la población del planeta, esto es, el porcentaje que alcanzó Abraham, considerado el Padre de las religiones monoteístas (Cristianismo, Judaísmo e Islamismo).

El Mensaje

No hablo con autoridad propia. El Padre me envió con este mensaje para vida eterna (Juan 12, 49:50).

Si nosotros meditamos su mensaje, comprenderemos la verdad (Juan 8, 31:32).

El Padre sembró semillas, pero después de sembradas, brotó una hierba que se alimenta de la energía que producen las semillas. Si el Padre arranca la hierba, las raíces de la hierba arrancan las semillas (Mateo 13, 24:29).

La verdad, les digo, si las semillas no caen en tierra por sí solas, no germinan. Si germinan, producen fruto (Juan 12, 24).

Si las semillas caen en tierra, estemos dormidos o despiertos, las semillas brotan y crecen sin que nosotros comprendamos cómo (Marcos 4, 26:27).

Las semillas caen en tierra fértil si nosotros meditamos su mensaje (Mateo 13, 23).

Si nos aferramos a nuestra vida en este mundo, la perderemos. Si soltamos nuestra vida en este mundo, la conservaremos para vida eterna (Juan 12, 25).